
Por Omar Báez
En esta nota Omar Báez reflexiona, a partir de dos anuncios publicitarios, cómo han cambiado los valores y los patrones culturales en nuestras sociedades, y cómo el Covid-19 impactará en nuestra profesión. Lo claro es qué hay que adaptarse al cambio para volver a cambiar.
Hace uno días una amiga posteo en Facebook un aviso publicitario de la década del 60 de Plus Forma dirigidos a las mujeres: No seas Flaca.
Después circuló en las redes un aviso de Sancor de 1971 en el que un marido le revoleaba por la cabeza a su mujer un plato de fideos porque usaba margarina y no manteca.
Los dos avisos vendían un producto, pero además sostenían valores, propugnaban modelos, influían sobre la percepción individual, reafirmaban pautas culturales. Entre esos avisos y hoy sucedió la guerra de Vietnam, Woodstock, la gloria y la muerte del muro de Berlín, la crisis del petróleo, las guerras de Afganistán, de Irak, Peron, Montoneros, el golpe más negro de nuestra historia, la resurrección cívica, la revolución de internet, las redes, China y la presencia eterna de Cuba. Y después de todo eso llegó el COVID 19.
Cada uno de esos hitos fue modificando nuestra cultura, fueron modelando nuestro deseo, construyendo nuestro inconsciente al tiempo que nuestras acciones y elecciones aportaban para la transformación de ese mundo.
Hoy, la gordura o la delgadez (llegó después) fueron reemplazados por la dieta saludable; la violencia machista por #Niunamenos. Pero fueron cambios que llevaron un largo tiempo de adaptación, de modelación. Ninguno tuvo la contundencia del Covid19 que en menos de 4 meses pudo encerrar en su casa a casi toda la humanidad. La pandemia, una fuerza bruta que también provocará cambios que construirán una nueva cultura y una sociedad diferente.
Y el mundo de las relaciones públicas se enfrenta como nadie a esa incertidumbre en el medio de su búsqueda por encontrar la voz adecuada para entablar un diálogo con cada uno de nuestros públicos: desconoce los nuevos valores de esta nueva sociedad en la que tiene que interrelacionarse, comunicar y deberá entender que seremos los mismos, pero diferentes. Y en el medio de la falta de certezas, habrá que tomar decisiones con un manual de crisis de pocas líneas: adaptarse al cambio para volver a cambiar. El error está a la vuelta de la esquina, el “efecto mariposa” alcanzó una velocidad inusitada y lo único permanente es el cambio, porque volveremos a cambiar y más rápido.